Furia, nostalgia, tristeza y esperanza.
Creo que esos son los sentimientos que estoy experimentando en estos momentos.
Furia, porque no soporto que este sucediendo esto en mi país y que haga lo que haga no puedo cambiarlo.
Nostalgia, porque extraño esa Venezuela de antes que probablemente no regrese pronto y que si llega a volver va a ser después de mucha pelea y sufrimiento.
Tristeza, porque existe todavía gente que siguen a la corriente opuesta por fanatismo y odio inculcado por un líder cuya labia iba más allá de la cordura y de la realidad, pero sigo teniendo la esperanza de que va a haber un cambio, no se si ahorita, mañana o en un mes, pero de que Venezuela cambia, cambia y de eso no hay dudad.
La gente no para de hablar y defender lo indefendible, de discutir por cosas que la verdad nos están llevando a la desgracia. Mi pesar va más allá de la ideología, supera la ignorancia, esa ignorancia que está inundando los cuerpos de los venezolanos cegados por hambre de poder cuyos pensamientos inculcan odio entre sus discípulos para con nosotros. Más allá de unión, se promueve la diferencia, la violencia y la agresión a través de la manipulación de los sentimientos de las personas. Que lástima ¿cierto?, que el saber te haga ver como ignorante ante los fanáticos los cuales no se dan cuenta de la brutalidad de sus acciones, no se dan cuenta de que cada día que pasa en un minuto más de dictadura, de mentiras y de manipulaciones siniestras, cargadas de corrupción y desdicha, disfrazadas de una supuesta democracia con un norte de legitimidad, dándole una falsa autoridad a un líder caído y a una constitución violada.
Yo quiero hacer un cambio, yo quiero mejorar la situación y quiero abrirle los ojos a esas marionetas manipuladas que llevan tatuado el odio en sus corazones, quiero demostrarle a Venezuela que la diversidad es importante, que la verdad debería de ser nuestro norte y que la vida va más allá de los material. La vida es compartir, es la familia, la unión, la seguridad, la libertad y la DEMOCRACIA. Hay que darle el paso a la vida y demostrarle al mundo lo que realmente somos y lo que nos caracteriza. Que me haría más feliz que poder disfrutar del país que más amo en el mundo, sin miedo de salir a la calle, sin miedo de hablar y de disfrutar con la gente que amo. Que más daría yo por poder tomar un café cuando quiera, de la marca que quiera y con todos mis familiares exiliados presente.
Yo quiero un cambio. Yo quiero una Venezuela MEJOR, libre de odio, mentiras e inquisición. como dice la famosa frase "Si yo se que tú eres, y tú sabes que yo soy, quién va a saber quien soy yo cuando tu no estés" si nosotros sabemos el potencial de Venezuela, y nuestro país nos necesita que va a ser de Venezuela si nosotros no estamos presentes para ser su base y hacer el cambio, si la abandonamos cuando más nos necesita, tenemos que luchar e ir en contra de la corriente para desechar la basura y hacer oír nuestra voz.
YO NO TENGO MIEDO, y tu? te atreverías a hacer el cambio conmigo?...
@emigbm
